Compartiendo la Misión Educativa con los laicos, el Instituto se abre a la Iglesia y asegura conservar vivo el espíritu de nuestra Madre Fundadora.
Misión Educativa
Con la progresiva maduración de su vocación eclesial, los laicos son cada vez más concientes de participar en la misión educativa de la Iglesia. Al mismo tiempo, son impulsados a desarrollar un papel activo también en la animación espiritual de la comunidad que constituyen junto a las religiosas APG.
“En Jesucristo, el Maestro, se encierran todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia” (Col. 2,3)
La Espiritualidad Eucarístico-Mariana se expresa en los colaboradores laicos en un amor a la Divina Eucaristía, en un amor y devoción filial a Santa María de Guadalupe, y en su pasión por extender el reinado de la Eucaristía.